La sexta llave se utiliza en rituales de maldiciones, de ataque mágico y agresión. Este sigilo canaliza las emanaciones del Señor de la Muerte, con las fuerzas de Marte-Saturno, por lo tanto debe ser utilizado con gran respeto y cuidado.
Esta llave incita a San La Muerte para usar su guadaña sangrienta y la convierta en una espada vengadora, emanando los poderes más destructivos de la entidad.
Esta llave siempre debe utilizarse con la entrega de las ofrendas que provoquen la sed de sangre. Este sigilo puede ser tallado en muñecos que representaran a nuestros enemigos, o escribirlo sobre sus nombres o sus fotos con la sangre de animales muertos.
Este sigilo tiene vínculos esotéricos con el Espíritu del Endrino, se lo puede usar para cruzar en La Vara Del Santo, que es una rama con espinas, debe tener un extremo bifurcado. Se le talla esta llave en la vara y se la consagra con sangre de un animal muerto como ofrenda al Santo. En rituales de daño cuando es apuntada a un enemigo (puede ser una foto) la punta de la vara cumple el papel del dedo del esqueleto de la Muerte dirigiendo maldiciones y las corrientes de ira venenosas.
Con respecto a la magia con velas (blancas) que se utilizan en rituales de maldición, este sigilo es tallado con una espina de la rama de la vara o con un clavo de ataúd oxidado. Luego se unge la vela con aceite de ajenjo y se las carga con la voluntad de llevar a la muerte al enemigo. Por lo general este tipo de velas se colocan sobre o alrededor de los elementos testigos que nos conectan con la víctima y se encienden las velas en el nombre del Señor de la Muerte.