lunes, 6 de octubre de 2014

Raices Paganas Y Aspectos Esotéricos

Aparte de los aspectos relativamente conocidos de Señor De La Muerte y su culto también encontramos otros aspectos que pertenecen a las corrientes ocultas de la hechicería de la Muerte que no se limitan a las raíces argentinas que he detallado en artículos anteriores. Estos aspectos nos guían hacia la profundidad de la Mano Izquierda y nos presenta muchas posibilidades para las diferentes clases de práctica mágica.

Para abrir las puertas de los caminos ocultos que llevan al Reino de la Sombra de la Muerte y así determinar la verdadera identidad del Señor De La Muerte tenemos que familiarizarnos con sus orígenes mitológicos. Si miramos a la mitología usada por los cultos exotéricos encontramos dos historias que explican a San La Muerte. La primera de ellas identifica a San La Muerte como el Ángel y mensajero de Dios conocido como Azrael. Dentro de este contexto el propósito de San La Muerte es reforzar la voluntad de Dios. Al momento de la muerte Azrael corta el cordón de la vida y recolecta al alma del muerto llevándola entonces al cielo o al infierno.

Por razones obvias este concepto mitológico se relaciona con el cristianismo, islam y judaísmo. Además ofrece poco contenido mágico. Si el Señor De La Muerte es un mensajero que solo sigue la voluntad de Dios entonces sería imposible usar sus poderes tanto para Magia Blanca como para Magia Negra. Por ejemplo, no sería posible tratar de negociar con un Ángel obediente a la ley. Esto es especialmente cierto en los casos de rituales amorales y antinómicos en los que el mago rompe las leyes del creador y su plan divino para poder cumplir sus metas personales. Este aspecto es entonces completamente irrelevante para los cultos esotéricos. Los devotos de las ramas oscuras evitan esta representación de Ángel alado.

La segunda historia exotérica que es popular en Argentina, Guatemala y Paraguay mezcla elementos paganos y cristianos girando en torno a la historia del Rey Pascual (San Pascualito), el cual era amado y respetado por sus leales súbditos. En el momento de su muerte Dios lo eligió como el nuevo "mensajero de la muerte" con la tarea de vigilar un enorme salón lleno de velas. Cada vela es una vida humana y Rey Pascual va tomando las velas que se van apagando.

Si se apaga prematuramente representa una muerte violenta o no natural. Rey Pascual también corta el lazo de la vida para llevarse al alma al otro mundo. En este sentido el Rey Pascual si puede ser una entidad con la cual se puede negociar, en vida fue un rey justo que amaba a sus súbditos y tenía predilección por ellos. En este sentido el continua protegiendo y ayudando a sus devotos. Con ciertas oraciones y ofrendas se le puede pedir protección, sanación, suerte, dinero, felicidad y demás. Todo esto es muy útil pero el Rey Pascual es una forma muy limitada que no le da verdaderos beneficios a un mago que camina por la Vía Siniestra. Es momento de ir más allá de las esferas simples y limitadas del catolicismo y aventurarnos en los aspectos más esotéricos del Señor De La Muerte.

Como habíamos dicho anteriormente algunos conectan a San La Muerte con los antiguos dioses paganos del Inframundo. En Argentina San La Muerte es relacionado con el dios de la muerte de los guaraníes, Ayucaba. En cada país la forma simbólica de San La Muerte cambia por la forma pagana de ese país, de tal manera puede trascender los mitos judeocristianos que le fueron impuestos y lo empodera para trabajos mágicos oscuros y supremos. La esencia de San La Muerte en Suramérica y Centroamérica está fuertemente conectada con la Brujería y la Magia Negra. Entre los aspectos paganos más fuertes encontramos a Ayucaba de los guaraníes, Mictlantecuhtli de los aztecas, Ah Puch de los mayas y Supay de los incas.

Ayucaba, uno de los nombres del dios de la muerte de las tribus guaraníes, representa a un esqueleto sentado o en posición fetal. Es la postura en la que los muertos de los guaraníes son enterrados ya que se creía que regresaban al vientre de la tierra para renacer en el Inframundo. Su sacerdocio entre los guaraníes consistía de los Payé, Magos y Chamanes que dedicaban sus vidas a su servicio. No solo eran reconocidos por sus poderes de sanación sino también por sus Hechizos de muerte y destrucción. Por esto los talismanes de San La Muerte reciben el nombre de estos Chamanes (Payé). Este dato sugiere una fuerte relación entre la práctica moderna del culto y el antiguo culto pagano de Ayucaba.

Mictlantecuhtli (Señor de Mictlan) es similar a Ayucaba en forma o esencia. Su forma iconográfica es la de un esqueleto untado de sangre que lleva una corona con plumas de búho y un collar de ojos humanos. A menudo sostiene una calavera en una mano y un cuchillo en la otra, símbolos de su poder sobre su reino Chicunauhmictla, localizando en la parte más oscura y más norte del Inframundo. Sus ofrendas eran sacrificios humanos, sus seguidores consumían la carne y bebían la sangre de sus víctimas para entrar en comunión con el Señor de la Muerte. Su poder era tan enorme que el propio dios creador Quetzacoatl tuvo que robarle huesos que representaban al poder de la muerte para poder crear a la raza humana sin problemas.

Ah Puch, el Dios Maya es un aspecto fascinante que encarna al lado siniestro del dios Cthonico. Ah Puch era el dueño y Señor de todas las formas de muertes no naturales y dolorosas. A menudo su destrucción tomaba la forma de enfermedades contagiosas y mortales. Su gobierno era el noveno nivel de Xibalba (El Reino de la Muerte) conocido como Mental. Su forma es similar a la de los dos dioses ya descritos. Su rol era completamente antagónico hacia los otros dioses y el hombre.

Finalmente encontramos a Supay de los incas. Reinaba sobre el mundo de los Muertos en Uku Pacha, el Inframundo, donde se le consideraba el Maestro de los Demonios. Su símbolo era la calavera pero su forma era la de un demonio con cuernos. Sus legiones se robaban a los niños en las noches oscuras y mataban a todo aquel que se interpusiera en su camino. Supay también recibía ofrendas de sangre. Sus atributos vinieron con el tiempo a ser identificados con los de Satán. En la Bolivia moderna los mineros lo conocen como su patrón y protector. Ellos le pagan con ofrendas de licor, velas, cigarros, hojas de coca y sacrificios anuales de animales. Supay es ahora conocido como El Tío, el dios de las riquezas del Inframundo. Ya no reina sobre la Muerte pero se dice que puede matar a aquellos que no le muestran respeto.

Podríamos discutir a otros dioses como Nergal, Namataru, Hades, Pluto, Thanatos, Mors, Charon y Ankou en otra oportuinidad. El culto del Señor De La Muerte está conectado con las ramas disidentes del Gnosticismo, la Hechicería Goetica, la Brujería y el Diabolismo Medieval.