lunes, 6 de octubre de 2014

Ritual Para Reflejar El Mal De Ojo

Una creencia común en las Tradiciones de magia popular dice que el odio, la envidia y el miedo hacia otras personas puede crear corrientes de energía muy fuertes que forman entidades vampíricas peligrosas.

Según las corrientes esotéricas estos seres se activan siendo enviados, consciente o inconscientemente, a través de la mirada de aquellos que poseen el poder del "Mal de Ojo". La mirada como tal crea un enlace directo que transfiere energía venenosa al Aura de la víctima.


El siguiente trabajo tiene como propósito protegerse en contra del Mal de Ojo y otras formas de ataque Astral, reflejando de vuelta toda energía negativa a la persona que la estaba generando.


Elementos

  • Una jarra de vidrio con tapa.
  • Medio vaso de ginebra.
  • Medio vaso de brandy.
  • Una cucharada de mirra en polvo.
  • Aceite de oliva virgen.
  • Una cuchara de madera.
  • Una imagen consagrada de San La Muerte.
  • Tres velas rojas.
  • Un cenicero.
  • Un puro.


Procedimiento

1. Prenda las velas del Altar y cante siete veces:

¡Salve Señor la Muerte!

Rece a San La Muerte y pídale poder para este trabajo de creación de un escudo que reflejara toda energía negativa devolviéndola a sus creadores. Coloque la jarra de vidrio destapada al frente del Altar y eche allí la ginebra, brandy, mirra y tres gotas de aceite de oliva. Use la cuchara de madera para mezclar en sentido contrario.

2. Cierre la jarra y coloque a la estatua de San La Muerte encima y repita tres veces:

¡Santo de la Muerte, dame poder!

¡Rey de la Muerte, dame tu protección!

¡Empodera aquello que yace a tus pies!

¡Salve Señor la Muerte!

Coloque las tres velas rojas alrededor de la jarra creando un triangulo que apunta al Altar y encienda cada vela en nombre de San La Muerte.

3. Recite la siguiente oración siete veces:

¡Poderoso y temido Santo, tú que siembras la muerte y cosechas la vida, yo recibo a tu oscuridad hambrienta y pido tu bendición!

¡Ven ahora a mi lado, coloca tu sombra sobre mí y dame de tu poder para este trabajo!

¡Deja que tu guadaña sangrienta sea mi escudo protector que refleje y envíe de vuelta el veneno que me han enviado mis enemigos, que con la oscuridad del cementerio sus ojos queden ciegos para siempre!

¡Señor La Muerte, tú que eres el gran liberador, libérame a mí, que soy uno de tus fieles niños de la maldad que mis enemigos han colocado sobre mí y deja que sus venenosas armas se pongan en contra de ellos y atraviesen sus cobardes corazones!

¡Señor de la Guadaña, dame tu poder y protección!

¡Salve Señor la Muerte!

4. Coloque el cenicero al frente de la jarra y encienda el cigarro como ofrenda al Señor la Muerte. Arrodíllese sobre la pierna derecha y sople el humo del puro sobre la estatua y la jarra. Cada vez que sople el humo diga:

¡Así como te empodero con este humo sagrado te pido que empoderes la mezcla que yace bajo tus pies con el poder protector de tu guadaña!

¡Dale fuerza a mi trabajo!

Cuando haya fumado más de la mitad del puro colóquelo en el cenicero al frente de la jarra y diga:

¡Salve Señor de la Guadaña!

Extinga las velas del Altar pero deje que la estatua siga sobre la jarra hasta que las tres velas del triangulo se quemen solas, regrese después la estatua al Altar.

5. Cada mañana durante los siguientes siete días, después de bañarse, hunda el dedo índice de la mano izquierda en los contenidos de la jarra y trace un triangulo de fuego sobre su entrecejo.

Vea como este triangulo empodera a su Aura. Sus llamas Destierran toda la energía negativa que este atada a usted y la envía de vuelta a su punto de origen.
No lave ni seque el triangulo del entrecejo. De hecho trate de concentrarse durante el día sobre la marca. Así fortalecerá las llamas que el triangulo emana.

Después del séptimo día cubra la jarra con seda negra y colóquela debajo del Altar de San La Muerte. Esta jarra durara activa siete meses y podrá usarla cuando lo necesite.