En la jerga de los ocultistas es muy común escuchar la palabra "IGOR" refiriéndose a un tipo de persona que ha tomado decisiones erróneas en su vida, y que lo ha conducido a caminos de sufrimiento y fracaso en todas las facetas de ella.
Una persona no nace siendo Igor, una persona decide voluntariamente convertirse en uno. Es errado pensar que es una imposición divina, o crueldad del destino.
Siempre hubo otras opciones que tomar, otros caminos que recorrer, claro estos requerían esfuerzo personal que según el criterio de los Igores era demasiado para ellos.
Un Igor es literalmente un fracasado, una persona con muy baja auto estima que es capaz de soportar humillaciones de todo tipo justificado en la palabra amor. Es una persona muy crédula, fácil de engañar y de estafar. Tiene una ambición mal dirigida, desea riquezas para imitar a los otros y hacer literalmente idioteces con el dinero.
Mediocre en su vida personal, muchas veces son muy envidiosos, echando la culpa de sus problemas a los demás, martirizan y exageran sus problemas buscando la lástima popular. Si alguna persona lo trata con cierta delicadeza y lo enreda con promesas y falsas esperanzas, podrá explotar al Igor todo el tiempo sacando beneficio de la bestia gratuitamente.
Los Igores usan la técnica de la auto negación para así evitar tener que pasar por una introspección interna, y reconocer que el origen de todas sus miserias viene únicamente de ellos mismos, siendo culpables de todos sus males.
Esta negación interna es tan fuerte y está tan adherida a la estructura mental del Igor, que para él es una verdad absoluta que todos sus problemas es culpa de los otros, y que algunas cosas solo son para unos pocos escogidos.
Su fe en el Demiurgo (dios de los cristianos) es paupérrima, creer en esa fábula que hay una deidad de amor que los mira y protege. Y que alguna vez Él se va ha apiadar de ellos para concederle riquezas y el amor de esa hermosa mujer que tanto admiran en secreto.
Su fe en el Demiurgo (dios de los cristianos) es paupérrima, creer en esa fábula que hay una deidad de amor que los mira y protege. Y que alguna vez Él se va ha apiadar de ellos para concederle riquezas y el amor de esa hermosa mujer que tanto admiran en secreto.
Aunque parezca ridículo muchos Igores se creen muy listos, cuando algo de conocimiento ingresa a sus putrefactas mentes, creen que han descubierto el origen de la vida más o menos. Y alardean de tal conocimiento, teniendo un aire de altanería y falsa grandeza. Otra cosa siempre se creen muy simpáticos y agradables, creyendo que poseen una gracia y un magnetismo sin igual.
Día a día se ilusionan con las vanidades de la vida, desean y no poseen, pierden su tiempo esperando en vez de tomar decisiones sólidas y trasmutar sus realidades.
Una curiosidad muy llamativa es que un Igor nunca se da cuenta de que es un Igor. Al contrario piensan que todas las demás personas son Igores y él es único iluminado de los Dioses.
Ya abrumados con los años, las múltiples decepciones, su vida miserable, el desprecio de los demás, el uso y abusos de terceros. Los Igores empiezan a buscar respuestas al porque de tantos fracasos, las justificaciones típicas de ellos por ejemplo, es decir que lo que aspiraban tener o conseguir en sus vidas no es para cualquier persona, y por eso ellos no pudieron llegar a esa meta.
También afirman que lo que buscaban era difícil y por ello no triunfaron. Lo cual es una vil mentira, ya que todo es posible y todo se puede conseguir mediante el conocimiento de las fuerzas invisibles que gobiernan el universo y el camino de los Dioses. Al final optan por suicidarse y son atormentando en el más allá por ser Igores.
Como todas las cosas el universo necesita equilibrio, y los Igores son parte necesaria en el funcionamiento del sistema humano. Ellos hacen el trabajo pesado, ellos son los peones en las guerras siempre. Si alguien tiene que hacer los mandados y servir allí son necesario. Alguien en las fiestas tiene que limpiar los trastes, alguien tiene que estar bajo el sol compactando concreto para que los bendecidos pasen por la autopista en sus modernos automóviles con aire acondicionado.
Todas las profesiones desagradables, grotescas, humillantes, insalubres y con alta probabilidad de mortandad, o sea el trabajo sucio es lo que les toca en este mundo cruel a los Igores. En la antigua Roma eran alimento de los leones en el Coliseo, y fueron esclavos desde el principio de la humanidad. Lo más interesante es que nadie los recuerda o valora.
Muchos son los sinónimos para describir a los Igores, a continuación listaremos algunos:
Idiota, Tonto, Obsecuente, Ingenuo, Pusilánime, Estúpido, Sucio, Grotesco, Marika, Cobarde, etc.
Si una persona con características Igorianas, llegará a entender y a despertar, podría con gran esfuerzo cambiar su rumbo. Todo siempre es decisión, nada es imposición. Elegir el camino del Culto al Santo Caín y el Servicio a los Dioses elevaría su condición. Podría ser escuchado y cambiar su realidad por completo. Todo consiste en reconocerse como Igor y hacer el mayor esfuerzo de cambiar y ser fiel a los Dioses hasta la muerte.
